A Pie descalzo camino, paso a paso,
y apoyado en mi bordón sigo ligero
en busca de tu rostro escondido
en la nube de un pesado velo.
Alienta, oh Dios, alienta mi camino,
buscador de esos ojos que no encuentro.
Emilio Mazariegos.
LA ESTELA DE NIMUÉ
lunes, 9 de julio de 2012
lunes, 2 de julio de 2012
PINCELADAS DE AZUL
Sueños siempre incompletos.
Buscando su lugar en espacios ocupados.
Lloran.
Grita el alma dolorida
sin atisbo de redención.
Cruje el llanto triturado por el tiempo
inmolado en el templo del olvido,
y perdidos caminan sobre esencias infinitas.
No existen soles ni esperanzas ya.
Todo queda engullido, devorado sin remedio.
De nada sirven las rosas, ni las azules aguas, ni las estrellas nacientes.
De nada sirve llorar.
Mar Rodríguez.
Todos los derechos reservados.
Buscando su lugar en espacios ocupados.
Lloran.
Grita el alma dolorida
sin atisbo de redención.
Cruje el llanto triturado por el tiempo
inmolado en el templo del olvido,
y perdidos caminan sobre esencias infinitas.
No existen soles ni esperanzas ya.
Todo queda engullido, devorado sin remedio.
De nada sirven las rosas, ni las azules aguas, ni las estrellas nacientes.
De nada sirve llorar.
Mar Rodríguez.
Todos los derechos reservados.
REFLEXIÓN
Tiene que haber un momento del día en que el hombre que hace planes
olvide sus planes y actúe como si no tuviera plan ninguno.
En que el hombre que tiene que hablar guarde silencio,
deje de dar forma a teorías en su mente y se pregunte a sí mismo:
¿acaso tienen algún sentido?
Tiene que haber un momento en que el hombre de oración
acuda a orar como si fuera la primera vez que lo hace en su vida.
En que el hombre que toma decisiones las deje de lado
como si todas ellas hubieran perdido su validez
y aprenda una sabiduría diferente: distinguir el sol de la luna,
las estrellas de la oscuridad, el mar del árido desierto
y el cielo nocturno del perfil de una montaña.
Thomas Merton.
olvide sus planes y actúe como si no tuviera plan ninguno.
En que el hombre que tiene que hablar guarde silencio,
deje de dar forma a teorías en su mente y se pregunte a sí mismo:
¿acaso tienen algún sentido?
Tiene que haber un momento en que el hombre de oración
acuda a orar como si fuera la primera vez que lo hace en su vida.
En que el hombre que toma decisiones las deje de lado
como si todas ellas hubieran perdido su validez
y aprenda una sabiduría diferente: distinguir el sol de la luna,
las estrellas de la oscuridad, el mar del árido desierto
y el cielo nocturno del perfil de una montaña.
Thomas Merton.
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