Buscando su lugar en espacios ocupados.
Lloran.
Grita el alma dolorida
sin atisbo de redención.
Cruje el llanto triturado por el tiempo
inmolado en el templo del olvido,
y perdidos caminan sobre esencias infinitas.
No existen soles ni esperanzas ya.
Todo queda engullido, devorado sin remedio.
De nada sirven las rosas, ni las azules aguas, ni las estrellas nacientes.
De nada sirve llorar.
Mar Rodríguez.
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Siempre existe un mañana, un sol naciente y una estrella, que iluminada nos guía en lo más profundo del azul,sueños que son destinos, que sin dejar en el olvido han de venir,aparta el sufrimiento, vive en la espera de un nuevo amanecer, besos.
ResponderEliminarGracias José Manuel, por tu comentario en mi blog. Es cierto que cada día nos levantamos y brilla el sol, parece que nunca va a dejar de existir, pero como todo, tiene que volver, algún día al Punto de Partida. Con los sueños, ocurre igual, nacen y pueden mantenerse y llevase a cabo, o, como es el caso, no. Pero como muy bien dices, existe un nuevo amanecer. Besos y agradecimientos de corazón.
ResponderEliminarBueno... Llorar sirve, templa los nervios y despeja la mente... lo que sucede es que no debemos quedarnos solo ahí, ademas de llorar, hay que moverse, depejar dudas, luchar, por que la unica batalla que se pierde es la que no se pelea.
ResponderEliminarUn abrazo... un gusto leerte.
Reme.
Gracias Reme linda. Bueno... no sé si llorar sirve de mucho o de poco. Hace años que no experimento ese tipo de templanza para los nervios y despeje de mente -cosas de la vida...- pero en lo que sí llevas razón es en lo de moverse. También la escritura es terapeútica cuando las lágrimas no salen. BESOS.
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